La arquitectura un arte

Proyectar, construir y diseñar edificios, estructuras y espacios que conforman el entorno humano y expresan su cultura acorde a reglas determinadas, es incumbencia artística.

Asimismo, el uso racional de espacios es materia arquitectónica, que se vale del conocimiento de materiales y fórmulas científicas, aunque en el juego de volúmenes y espacios convergen gusto y tradición.

La bibliografía más antigua sobre el tema es de Vitruvio (siglo I a.C.)

A partir de allí se teorizó mucho, las civilizaciones tienen tradiciones artísticas que implican formas de pensar, ordenar y crear espacios físicos derivados del ambiente en que se desarrollan (clima dominante y materiales disponibles), y también del acervo cultural (historia, religión, sociedad, tecnologías).

Las primeras construcciones debieron ser cabañas de barro y vegetales o con piedra si estaba disponible. Fenicia, Babilonia, Persia, Egipto e India, concibieron manifestaciones artísticas arquitectónicas. Con elementos de sus antecesores, los monumentos griegos florecieron en el siglo V a.C.. Roma continuó la tradición helénica mientras Bizancio alcanzó un estilo de ornamentación profusa (siglos V y VI). El arte árabe se proyectó en España, donde el contacto con elementos cristianos originó el mudéjar (Granada, Toledo, Sevilla, Córdoba). A lo románico (Poitiers, Santiago de Compostela, Cataluña) sucedió lo gótico (Colonia, París, Reims, Toledo, Chartres, Burgos, León).

Con el siglo XV advino el Renacimiento en Italia, luego en Francia y España. El plateresco y el churrigueresco derivaron del renacimiento español y originaron el barroco. En los siglos XVII y XVIII se construyeron en América templos coloniales, sincretismo entre culturas europea y precolombina. Así como la cultura de Chichimecas.

A partir del siglo XX surgieron construcciones funcionales, con espacios diseñados al servicio humano que muchas veces subordinan lo artístico a lo utilitario, adaptando la estética a la finalidad y empleando recursos tecnológicos y materiales como hormigón armado, vidrio, acero, todos soportes adecuados al uso masivo. Hoy el patrimonio arquitectónico se valora como bien de consumo.

Nace el concepto de sustentabilidad o sostenibilidad, que intenta optimizar recursos naturales y sistemas de edificación para minimizar el impacto ambiental. Transcurrido el tiempo, la arquitectura continúa siendo arte para satisfacer al hombre.

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